Esperanzas

Otra vez esa pequeña esperanza, esa lucecita al final del túnel. Otra vez ese sentimiento de que las cosas van a salir bien. Luego me sorprendo cuando me la pego, pero es que soy incapaz de controlar mis emociones. A veces pienso que soy demasiado inocente, o por lo menos, finjo serlo. No sé porque prefiero creerme las cosas sin más, antes que buscar y rebuscar explicaciones. Debe ser porque al final siempre acabo enterándome, entonces, ¿para que esforzarme en perseguir la verdad? Ya vendrá ella sola a mí.

He de decir que, aunque parezca fácil engañarme, solo es una ilusión. Al principio puede parecer que no me entero de nada pero voy pillando pequeños detalles, solo que como no me esfuerzo en pillar la mentira, va pasando el tiempo. Y no pongo empeño en eso por el simple hecho de no obsesionarme con saberlo todo. Al fin y al cabo, la verdad siempre sale a la luz.

También es verdad que juego con ventaja. Me he pasado tanto tiempo tan extremadamente controlada, que la mentira la domino a la perfección. Y como dicen:

No se puede engañar al diablo.

Pero a lo que iba, que me desvío del tema.

Esperanzas… ¿Será bueno hacerse esperanzas siempre de todo?  Me hace mucha gracia como me creo mi pequeño mundo de fantasía en mi mente, y luego nunca sale nada como lo he imaginado. No sé si hay alguna forma de evitar que me pase esto, pero la verdad, tampoco sé si quiero averiguarlo. Me parece tan triste vivir siempre pensando que las cosas van a salir mal. Puede que así se sufra menos, pero también pienso que no disfrutas igual de los momentos.

Hay gente que me dice que así me hago daño yo sola, porque luego me llevo muchas decepciones. Pero la verdad es que siempre supero todas y cada una de ellas, algunas cuestan más, otras menos. Creo sinceramente que no hay ninguna persona imprescindible para vivir tu vida, puedes elegir vivir o no sin esa persona, pero realmente nadie necesita de nadie.

Que piense así tampoco quita que me guste compartir mi vida con alguien especial, yo creo que a todo el mundo nos gusta sentirnos amados. Pero el mundo no se acaba en esa persona.

Tal vez sea una ventaja ser tan ilusa ya que, me hagan el daño que me hagan, me decepcionen las veces que sea, siempre vuelvo a ilusionarme como si nunca me hubieran roto. A lo mejor algún día llego a mi límite, y me vuelvo fría como el hielo, pero sinceramente espero que eso nunca llegue a pasar. Por muchas veces que llore, por muchas veces que me rompan el corazón, yo siempre seguiré amando con todos y cada uno de los pedacitos.

Y quien sea capaz de decir que soy débil, que pruebe a pasar por todas las decepciones que he pasado yo, y luego poder empezar a conocer a una persona sin cargarle los errores que cometieron otros antes que él.

Así que creo que voy a seguir viviendo a mi manera, y a quien no le parezca bien, pues lo tiene muy fácil. Nadie le retiene a mi lado, puede desaparecer de mi vida cuando quiera.

Pesadillas

Odio esa sensación de sentirme como la persona más estúpida del planeta. Es algo insoportable pensar que te han estado tomando el pelo tanto tiempo. Es peor que la mas horrorosa de las pesadillas, el no ser capaz de confiar y creer en la persona que mas amas. Sentirte como un juguete roto, viejo. Que toda tu autoestima se venga abajo. Que la poca confianza en ti misma que tenias, sea pisoteada. Llegar a pensar que no tenías el suficiente valor personal, para que te dijeran la verdad, para que confiaran en ti.

No tener fuerzas ni para poder esbozar una falsa sonrisa. No poder fingir estar bien, porque el dolor llega a ser tan grande, que es imposible ocultarlo.

No comer, no dormir, no poder parar de darle vueltas a la cabeza… No vivir.

Mirarte al espejo y odiar lo que ves. No reconocerte. Repetirte una y mil veces: «Eres tonta«.

Pensar que debo ser la peor persona del mundo, para merecerme esto.

¿Me saldrán bien las cosas algún día?

Miedos

Vivimos en un mundo en el que la gente miente por diversión, donde confiar en alguien se convierte en una tarea muy difícil.

Me han engañado tantas veces, que el miedo a que me vuelva a pasar, me supera. Me siento mal por no ser capaz de confiar ciegamente en alguien, pero no puedo evitarlo. En cuanto algo se sale de lo lógico, me empiezo a comer la cabeza, y mi imaginación comienza a hacer de las suyas. Cuando me pasa eso debería callarme, analizar la situación y reflexionar. Pero como soy una bocazas incapaz de callarme lo que pienso, lo suelto… Sin pensar como le puede sentar a la otra persona.

Me da miedo quererte tanto.

Tengo miedo. Miedo a que me vuelvan a hacer daño, a que me engañen. Miedo a que se rían de mi, a que jueguen conmigo. Miedo a tener que volver a olvidar, porque no sé si podría soportarlo de nuevo.

Sin embargo, no puedo evitar querer seguir adelante, porque hay algo dentro de mí que me dice que tengo que confiar. Que tengo que vencer mis miedos. Que no puedo desconfiar de todo el mundo. Porque al final, si no confío en nadie, ¿quién va a confiar en mí?

La vida esta para arriesgarse, equivocarse… Y porque no, para sufrir también. No puede ser todo un cuento de hadas, porque quieras o no, pasarlo mal te hace más fuerte.

Si no nos arriesgamos nunca, y nos quedamos siempre en nuestra pequeña burbuja donde estamos a salvo, ¿cómo vamos a vencer nuestros miedos?

Por mi parte está decidido, voy a apartar mis dudas a un lado, y a confiar ciegamente. Si luego me estampo, como es costumbre en mi, por lo menos lo habré intentado.

El coraje no es la ausencia de miedo; es tener presente el miedo, y aun así, seguir adelante.

PD: He estado un poco desaparecida por aquí, pero es que cuando no se qué escribir, prefiero no obligarme a hacerlo. Si me obligo, acabo agobiándome, y dejando de escribir.